"Nothing. . . Everything. . . Nobody. . . Somebody."

Saturday, August 11, 2007

Sangre fluye roja por la carretera


¿Alguien se acuerda de esa película "Locademia de conductores" que el canal 2 pasaba como si pasara el himo nacional, o sea, millones de veces? En inglés se llamó Moving Violations (1985) y el protagonista era un hermano gracioso de Bill Murray llamado John Murray, que parece no tuvo mucho éxito en el cine, aunque sí usaba las mismas muecas. Este pequeño clásico de la estupidez cómica cinemera -género amplio que suele relajarme muchísimo- me vino a la cabeza hoy que estamos de duelo diariamente por los muertos de nuestras carreteras.

Rosa María Palacios escribe hoy en Perú21 sobre el tema, instando a los usuarios a que hagan un solo puño e intenten el cambio. Suena bien, pero no sé si funcione. Es decir, lo que está sucediendo ahora en provincias, sucedía en Lima Metropolitana a cada rato también -no sé si sigue sucediendo, pero sospecho que sí- con las combis. Y recuerdo que en la peor racha mortal de las "combis asesinas", todos los usuarios piteamos: piteaba yo, piteaba el del costado, piteaban los universitarios, piteaba tutilimundi. "Baje la velocidad, pare bien, maneje bien", etc. La diferencia fue nula: las combis siguen siendo antros sobre ruedas conducidos por imbéciles, trastos viejos malolientes que demarcan y diferencian a hierro caliente a ciudadanos de primera y segunda clase. La indignidad del transporte público en Lima es una de nuestras taras sociales, algo que nos afecta el ánimo a diario (y una de las razones principales de la perfecta incompetencia de Castañeda Lossio). Confieso que no me subo una combi hace siglos. No porque tenga auto, sino porque ahora tomo taxi. Me sale más caro, pero qué diablos: lo hago por mi salud mental y para evitar ser maltratado por reverendos cojudos (aun cuando corra riesgo de ser secuestrado). En el problema del transporte mucho me temo que los usuarios son el último eslabón en la cadena de responsabilidad, que empieza por las compañías y los choferes.

Mientras Rosi apela al civismo, en La Primera César Lévano levanta la bandera del reclamo y culpa de las muertes al "liberalismo salvaje". Copio, porque la página de La Primera, que además de izquierdista también anda peleada con la modernidad, no tiene un archivo de sus columnistas y, si pongo un link, mañana desaparece:

No olvidemos que Alberto Fujimori fue quien decidió “liberalizar” el negocio mientras Jaime Yoshiyama, su primer ministro, proclamaba que cualquiera podría ingresar en las carreteras del país cuándo y cómo le viniera en gana.

En ese tiempo había un organismo regulador del transporte. Fue eliminado. Había que ser fiel a la doctrina de que hay que reducir el Estado a su mínima expresión y dejar que la mano libre del mercado empuñe el timón.

El resultado está a la vista; mejor dicho, puebla la morgue. Es así cómo han surgido miles de empresas informales, sobre todo en provincias, sin presupuestos para mantenimiento, conducidas por pilotos que perciben salarios de hambre y padecen horarios de muerte.

En parte tiene razón, pero me molesta que Lévano justifique la abominable irresponsabilidad de los conductores por su necesidad. Algo mal anda en ese razonamiento. No soy en absoluto especialista en el tema, pero dudo mucho que las normas viales para las compañías de transporte fueran eliminadas también. ¿Es que el "liberalismo salvaje" explica la idiotez suicida y animal de la gente (me refiero a los choferes)?

En lo que sí estoy de acuerdo es que en este tema crucial después de un año, la ministra Zavala está en nada. Rosa María Palacios, creo que sin quererlo necesariamente, la hizo añicos en la entrevista que le vi hace unos días. "4,000 muertos al año en las pistas es como si se cayeran 20 aviones". Sin duda, la ministra debe decir chau y admitir su fracaso.

En fin, basta de bilis y volvamos a la película que mencionaba arriba. Gracias a la ubicuidad de YouTube (increíblemente, un patín tan ahuevado como yo ha subido toda la película) pude ampayar esta secuencia : las clases de manejo para un puñado de los peores conductores que puedan existir. Hacia el minuto siete empieza un pequeño documental pedagógico: "Sangre fluye roja por la carretera" o Blood Flows Red On The Highway. En fin, diviértanse si pueden, buen fin de semana y manejen con cuidado.

2 comments:

Anonymous said...

Espero que cuando tomes taxi no sean Ticos, porque tambien los Ticos son peligrosisimos y los accidentes de Ticos son aun mayores que las Combis asesinas.
En general todo el transporte publico esta pauperizado, cuando uno para un Taxi generalmente los choferes estan sin bañarse, los asientos y el piso son un asco. Cuando uno sale de su casa bañadito y cambiado da pena subir a un asco de carro y ensuciarse la ropa, yo tengo que parar hasta 3 taxis antes de subirme a uno previa inspeccion.

Anonymous said...

Efectivamente Fujimori fue el que dejo entrar toda esa sarta de carros Coreanos Daewoos Ticos, Racer, etc que en otros paises ni se admitian.
Entraron Combis y Custers donde la gente no se puede ni sentar normalmente y ademas son contaminantes, entraron los Omnibus Camion, es decir Fujimori dejo entrar todas esa basura que hemos sufrido las consecuencias miles han muerto en accidentes desde Fujimori, algunos dicen que los muertos por accidentes superan largamente los muertos por el terrorismo.
Es cierto que el desempleo hace que cualquiera se dedique a taxista. La mayoria de taxistas son gente ignorante, mal educada, sin sentido comun. Hay excepciones por supuesto solo digo la mayoria.
Yo estuve un dia sacando mi brevete en el Touring y vi quienes sacaban brevete profesional o sea para manejar Micro, Omnibus, etc.
Te dabas cuenta que era gente que con las justas podia leer y en su mayoria eran gente que venia de provincias. Esos eran los futuros choferes de Bus Camion.
Hoy las cosas han cambiado el gobierno APRISTA se apresta a traer otra basura pero esta vez de la China, quizas las ambulancias proximas a comprarse sean tambien Chinas y quizas Castañeda Lossio se atreva a comprar los omnibus de China. Por eso el destino del Transporte Publico en el Peru se ve negro, oscuro y triste.
Nunca dejaremos de ser atrazados con estos politicos que nos gobiernan.