Donde el bloggista se reconoce una posible víctima del meme
Hace un par de semanas Morena me preguntaba: "Oye, ¿tú has leído eso de "ladran Sancho, señal que avanzamos?". Yo sin pensarlo mucho respondí que sí, que estaba casi seguro de haberlo leído en el mismo Quijote. Morena me dijo que nada que ver, que eso no existía en el texto, porque así lo había googleado. Ja.
El caso es que, en efecto, Morena tenía toda la razón. A principios de este año Silvio Rendón lanzaba unas cuantas hipótesis sobre el origen de esta frase: "Ladran Sancho, señal de que cabalgamos" (aunque la que tenía yo en la cabeza era "Ladran Sancho, señal de que avanzamos"). Rendón también acotaba que quien la usaba, sólo demostraba que no había leído el Quijote. Pero yo no estoy tan seguro de esto. He leído el Quijote, aunque no soy un fanático del libro. Y es muy probable que otros que también lo hayan leído, recurran a la frase sin pensarlo, seguros de que está ahí, surgida del ingenio de Cervantes. Ayer en Peru21, Augusto Alvarez Rodrich también recurría a la frase, aunque con un giro: "Ladran, Alan, pero aún no es una señal de que estemos avanzando", titulaba y subtitulaba su columna. ¿Qué está pasando?
Más allá del reconocimiento de la ignorancia, que no creo que espante a nadie, el asunto está seguramente más ligado a lo que Richard Dawkins denominó un "meme", o sea, una unidad de transmisión cultural, una unidad de imitación (la palabra es un invento suyo, acortando mimeme a meme -pronúnciese "mim"-, para que más o menos rime con gene -pronúnciese "yin"- o "gen".)
Dawkins, en su fraseo inicial sobre el concepto en 1976, decía lo siguente:
Ejemplos de memes son tonadas, ideas, eslóganes, ropa, moda, formas de hacer vasijas o construir arcos. Del mismo modo que los genes se propagan en el caldo genético saltando de cuerpo en cuerpo a través del esperma o de los óvulos, los memes se propagan en el caldo del meme saltando de cerebro en cerebro a través de un proceso que, en un sentido muy amplio, puede ser llamado imitación. Si un científico escucha o lee una buena idea, la pasa a sus colegas y a sus estudiantes. La menciona en sus artículos y en sus conferencias. Si la idea prende, puede decirse que se propaga, transmitiéndose de cerebro en cerebro. [traducción mía]
La propia palabra meme resultó un buen meme, dijo Dawkins treinta años después. Y en las notas a la edición de The Selfish Gene del 2006 el autor confesaba que él mismo resultó una víctima del meme al citar un texto X en su bibliografía con una mutación del nombre original (al igual que muchos de sus colegas). Lo que quiere decir que lo "falso" o lo "verdadero" no son asuntos que le interesen mucho al meme cuando se propaga.
Con "Ladran Sancho, señal de que avanzamos" pasa lo mismo. Y creo que también se da con cualquier palabra que se empiece a usar popularmente -como en el caso de "bizarro" que se discutió en Puente Aereo hace unos días- por más erróneo que sea este uso (sólo que, en el caso de las palabras, hay esta idea muy extendida entre los expertos lingüistas en dejar que el uso sea el que mande, algo así como un vox populi, vox dei aplicado a la libertad de la lengua, por lo que suelen detestar a los que joroban con el diccionario en la mano).
La frase en sí misma, a decir verdad, es buena, pegajosa, positiva y una buena palmada en el hombro en tiempos de crisis. Pero, como bien sugiere Rendón, el error está en afirmar que aparece en el Quijote. Porque quizás podamos seguirla diciendo impunemente sin señalar su origen, dirigiéndonos a un Sancho que no es necesariamente el Sancho que aparece en el libro, sino a otro, a uno completamente imaginado. Aunque me pregunto cuántos realmente la usarían en sus columnas -en su versión "original" o en cualquiera de sus variantes- de saber que jamás fue escrita por Cervantes. Supongo que nadie.
Mientras tanto, larga vida al meme.
12 comments:
recuerdo una escena en fuego cruzado, una discusión sobre adolescentes. un tío defendía que estaban bien las leyes que regulen las salidas nocturnas de los adolescentes y constantino carvallo defendía los derechos de los padres para decidir. en un momento el tío dice "bueno, ladran sancho, señal que avanzamos" y carvallo retruca "ud. de sancho solo tiene la panza".
¿la frase no vendrá de las versiones apócrifas del quijote?
(y haciendo un juego borgiano, sin la frase, el quijote es menos quijotesco)
no lo sé.
pero lo que sí recuerdo es el cuento de rulfo "no oyes ladrar a los perros" que contiene la misma idea y no sé si a mí se me cruzaron los chicotes entre el meme y ese relato.
cito:
"La luna venía saliendo de la tierra, como una llamarada redonda.
—Ya debemos estar llegando a ese pueblo, Ignacio. Tú que llevas las orejas de fuera, fíjate a ver si no oyes ladrar los perros. Acuérdate que nos dijeron que Tonaya estaba detrasito del monte. Y desde qué horas que hemos dejado el monte. Acuérdate, Ignacio."
(...)
"—¡Aguántate! Ya debemos estar cerca. Lo que pasa es que ya es muy noche y han de haber apagado la luz en el pueblo. Pero al menos debías de oír si ladran los perros. Haz por oír."
(...)
"Destrabó difícilmente los dedos con que su hijo había venido sosteniéndose de su cuello y, al quedar libre, oyó cómo por todas partes ladraban los perros.
—¿Y tú no los oías, Ignacio? —dijo—. No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza."
http://www.literatura.us/rulfo/perros.html
Por favor: La cita de Rulfo no alude a la misma idea. Los perros de Rulfo son los perros que sienten el alma de los muertos.
Habiendo tanto lector de este blog con alto kilometraje en literatura, ¿y nadie sabe de dónde viene la frase? Esto es un escándalo.
Aunque el autor haya quedado en el olvido para la mayoría de personas, es preciso acotar que le pertenecío a Samuel Alfonso de Barrantes Quicaño, prolífico escritor de vastas historias de cruzados y caballeros de viejo semblante.
Según Sir Lawrence Henin (biógrafo y estudioso inglés del siglo XVI, que revisó las bibliotecas de Granada antes de su destrucción por las huestes de Francisco Franco), Samuel Alfonso de Barrantes Quicaño debió haber vivido entre los años 1525 y 1609, aproximadamente. Sirvió para su majestad española y debió conocer en pleno combate a Miguel de Cervantes, al que le hubo contado sus singulares historias de guerra y su regreso a la península ibérica. Aunque Henin no está muy seguro que Cervantes se haya inspirado en Barrantes para la historia de Alonso Quijano. En un manuscrito del propio Samuel Alfonso Barrantes, uno de sus personajes uno de los personajes (un viejo cruzado, denominado simplemente como "el manchego") le dice a su fiel escudero (denominado, ramplonamente por Barrantes como "botijas"), al pasar por un criadero de galgos para llevárselos al Nuevo Mundo: "Ladran, Botijas, hay que agalopar".
Con los años la vanguardista obra de Barrantes Quicaño pasó al olvido, más no su frase de "Ladran, Botijas...", cruzándose con la (ahora mediocre, a la luz de estas nuevas evidencias históricas) de Cervantes.
Quizá allí se encuentre la verdad alrededor de la frase de "Ladran Sancho...".
Se puede leer esto de dos modos: Por un lado, lo injusta que ha sido la Historia con Samuel Alfonso de Barrantes, al colocar como autor de tan ingeniosa frase a su más íntimo competidor; sin embargo una lectura más oscura, más densa, más interesante, venga con justicia a Barrantes frente a Cervantes. Al final más gente recuerda ahora la frase del primero frente a la larguísima obra del segundo. Cervantes debe revolcarse ahora en su tumba al no poder haber inventado jamás una mejor frase, tan llena de verdades, silencios, olvidos
Y ahora su paisano Juan Carlos pasará a la historia con su "¿Por qué no te callas?" O tal vez dentro de algunos siglos más, quien sabe la gente dirá que fue Chávez quien se lo dijo al rey, jajajaja.
Y sí es verdad que la frase no forma parte del Quijote, de la misma forma que "ayúdate que Yo te ayudaré" no se encuentra en la biblia pero nos encanta seguir diciéndolo.
Y... anónimo de las 2:32 PM la cita de Rulfo sí alude a los perros que ladran al sentir la llegada de la gente. Creo que usted se está confundiendo con "Pedro Páramo" y Fantomas se refiere al cuento "No oyes ladrar a los perros" que trata de un padre que carga con su hijo herido hasta un pueblo cercano en donde buscará ayuda médica. Al llevarlo cargado sobre los hombros, va inclinado con el peso del hombre y los brazos del mismo alrededor de su cuello no le permiten escuchar si los perros ladran, como señal de estar llegando al poblado; es decir, una esperanza con la que el hijo no lo ayuda. Léalo, es un cuento genial. Gracias por compartirlo, Fantomas.
Confusiones como esta son extremo comunes; no debe sorprendernos algo tan elemental, mi querido Watson.
Las "inexactitudes" del habla popular abundan: por ejemplo Alí Babá no era el jefe de los 40 ladrones, sino su enemigo; y Frankenstein no era el monstruo, sino su inventor.
No tengo tanto kilometraje en literatura como muchos de los acá presentes, ni siquiera he terminado El Quijte. Sin embargo tengo entendido que hay frases que se atribuyen a autores y en fin, "no big deal". La frase, de todas maneras, queda. No creo que porque si la mencionó o no Cervantes vaya a cambiar de sentido o perder su valor comunicativo.
Exactamente, tal como se conoce, la frase no existe.
Pero sí hay una escena en la que el Quijote y Sancho viajan por la noche, y como no saben si están avanzand preguntan si los perros ladran.
En ese sentido, creo que sí es lícito atribuirla a Cervantes.
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En un "Muy Interesante" lei que una gran cantidad de refranes provienen del Quijote. ¿Es falso, como en este caso?
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